Innovación en embalajes para ser más sostenibles

En un mundo cada vez más consciente de la importancia del cuidado ambiental, las empresas buscan constantemente nuevas formas de reducir su impacto en el planeta. En este sentido, la industria cosmética, con una larga trayectoria en la utilización de packaging, está a la vanguardia de la innovación en embalajes más sostenibles y en L’Oréal Groupe queremos continuar liderando este proceso hacia un mundo más concienciado con el medio ambiente.

Sistemas de embalajes

Los sistemas de embalaje tradicionales, a menudo basados en plástico virgen y otros materiales no renovables, generan una gran cantidad de residuos y contaminación. Según datos de Sea Cleaners, de los más de 380 millones de toneladas de plástico que se producen cada año en el mundo, casi el 50% es plástico de un solo uso y el 40% de todos los plásticos generados se tiran en un mes. Solamente el 10% del plástico que se desecha se recicla realmente en todo el mundo y el 32% acaba en la naturaleza, especialmente en el océano. De hecho, se cree que entre 9 y 14 millones de toneladas de residuos plásticos se vierten al océano cada año.

En el caso del sector cosmético, el envase es un elemento fundamental porque, además de conservar el producto, protegerlo y llegar en óptimas condiciones al consumidor, debe conservar la identidad de marca y transmitir sus valores. En el contexto europeo actual, la estricta regulación de los productos cosméticos y las nuevas normativas ambientales promovidas por la UE implican garantizar la seguridad y reciclabilidad del envase, así como el cumplimiento de la normativa en torno al etiquetado y claims ambientales. Además, la propia demanda de los consumidores impulsa al sector a innovar e incorporar soluciones de packaging más sostenibles.

Las empresas cada vez son más conscientes de ello y, por eso, de manera sectorial y de forma individual desde las compañías, se está optimizando la cadena de suministro y llevando a cabo diferentes estrategias en ecodiseño con el objetivo de buscar alternativas en materiales, medidas para la mejora de la reciclabilidad de los envases y su reciclaje post consumo y la digitalización del packaging para el impulso de envases inteligentes que permitan la trazabilidad del producto y la comunicación con los usuarios.

En L’Oréal Groupe, por ejemplo, estamos apostando por los sistemas de recarga, que permiten a los consumidores reutilizar los envases originales recargándolos con producto nuevo, reduciendo la necesidad de envases de un solo uso. Nos hemos puesto como objetivo que el 100% de nuestros envases de plástico sean rellenables, reutilizables, reciclables o transformables en compost en 2030 y estamos haciendo avances en ese sentido con los perfumes recargables y plásticos reutilizables como Prada Paradoxe, Angel de Mugler o La Vie est Belle de Lâncome; o los botes recargables de champú y acondicionador de Kérastase.

Además, recientemente hemos lanzado la campaña ‘Lujo sostenible. Recarga, ahorra y contribuye’ mediante nuestra división L’Oréal LUXE, con el objetivo de alinear los valores de los consumidores con sus decisiones de compra. De este modo, se promueven los formatos recargables como una alternativa sostenible, gracias a los cuales se espera ahorrar recursos como el vidrio (43%), metales (67%), plástico (21%) y papel (16%), minimizando el impacto medioambiental.

Embalajes sostenibles y reciclables

El desarrollo de embalajes sostenibles y reciclables es fundamental para avanzar hacia una economía circular. En este sentido, se están utilizando materiales innovadores y tecnologías de vanguardia para crear envases que puedan ser reutilizados, reciclados o biodegradados de forma eficiente. Entre las últimas tendencias, destacan:

Plásticos biodegradables y compostables: fabricados a partir de fuentes renovables, como el almidón de maíz o la caña de azúcar, estos materiales se descomponen de forma natural en el medio ambiente, sin dejar residuos tóxicos. En 2023, el 65% de los ingredientes utilizados en L’Oréal Groupe tenían ya un origen biológico y un 80% son fácilmente biodegradables.
Plásticos PET reciclados: La utilización de materiales reciclados reduce la demanda de plástico virgen y disminuye la cantidad de residuos que terminan en vertederos. Para 2030, en L’Oréal Groupe, tenemos como meta reducir a 0 el plástico virgen utilizado en el packaging de nuestros productos, es decir, alcanzar el 100% de plástico reciclado o de base biológica.
Papel y cartón certificados: Provenientes de bosques gestionados de forma sostenible, estos materiales son renovables y biodegradables, lo que los convierte en una alternativa al plástico.
Bioplásticos: fabricados a partir de recursos renovables como el almidón de maíz, ofrecen una alternativa sostenible a los plásticos tradicionales.
Papel y cartón con certificación FSC: esta certificación garantiza que la madera utilizada proviene de bosques gestionados de forma responsable. Por ejemplo, La Roche-Posay, en asociación con Albéa, presentó en 2020 una nueva generación de envases: un tubo parcialmente creado a base de cartón que logra reducir el uso del plástico en un 45% en comparación con las soluciones existentes al sustituir el plático por cartón certificado FSC.
Vidrio reciclado: el vidrio es un material infinitamente reciclable que no pierde sus propiedades con el tiempo, lo que lo convierte en una opción muy sostenible. Cabe mencionar la iniciativa Blue Fountain, que ofrece a los consumidores la oportunidad de recargar su sérum antiedad TM Life Plankton Elixir de Biotherm. Este sérum viene en un frasco de vidrio diseñado para ser reutilizado una y otra vez al adquirir un cartucho de recarga, así se evita la necesidad de comprar uno nuevo cada vez que se agote el producto.
Aluminio reciclado: el aluminio es otro material altamente reciclable que requiere menos energía para su producción a partir de material reciclado que de materia prima virgen.

Por tanto, la innovación en embalajes es un proceso continuo que requiere la colaboración de todos los actores de la cadena de valor, desde los proveedores de materias primas hasta los consumidores finales. Al adoptar un enfoque holístico que integre la sostenibilidad en todas las etapas del ciclo de vida del producto, podemos minimizar nuestro impacto ambiental y construir un futuro más sostenible.