TRIBUTO A MADAME LILIANE BETTENCOURT
La Sra. Liliane Bettencourt era realmente una gran mujer y nunca la olvidaremos.
Quienes tuvimos el honor de conocerla, la recodaremos siempre como una mujer excepcional.
La Sra. Liliane Bettencourt siempre se caracterizó por su gusto por el emprendimiento, su curiosidad nata y su audacia para perseguir nuevas ideas.
Por décadas, transmitió el espíritu emprendedor del fundador de L’Oréal, el espíritu de su padre, Eugène Schueller. Así como la búsqueda por la excelencia y los más altos estándares y un profundo respeto por los hombres y las mujeres de la Casa.
Con sus consejos y sus amables atenciones, siempre nos animó a atrevernos y a tomar riesgos para ir un paso más allá. Para concretar nuestra ambición de convertir a L’Oréal en un campeón global.
Ella estuvo con nosotros en casa paso de esta maravillosa aventura.
Por todo esto, estamos inmensamente agradecidos.
Desde la muerte de su padre en 1957, la Sra. Liliane Bettencourt mostró repetidamente su inquebrantable compromiso y apoyo a L’Oréal.
Aseguró siempre la estabilidad de los accionistas, lo cual hizo posible la continuidad de L’Oréal y solidez y dio paso a su enorme desarrollo; esto es un activo raro, incluso irremplazable, para una compañía como la nuestra que piensa en su estrategia hacia el largo plazo.
En todo momento, mostró su profundo apego a L’Oréal y siempre aseguró su longevidad.
A nombre de todos los empleados de L’Oréal, quisiera extenderle a Françoise Bettencourt Meyers, al Sr. Jean-Pierre Meyers, y a sus dos hijos, Jean-Victor y Nicolas, nuestras más sinceras condolencias y nuestros más afectuosos pensamientos en este triste momento.
Jean-Paul Agon
Presidente y CEO de L’Oréal